domingo, 21 de septiembre de 2008

Día 2 (miércoles 20) 540km de Grenoble a Lucerna:

Ruta:Alegría, se ha despejado un poco. Optamos por desayunar por el camino ya que tenemos bastantes km y encima ya con puertos. Desayunamos en Albertville, que no nos llama mucho la atención. Continuamos hacia el pequeño San Bernardo con mucha hambre de puerto. Resulta ser un puerto divertido aunque ya empezamos con los giros de 180º…

Empezamos a tirar de cámara, sólo nos queda memoria para 2.000 fotos :-P

Buenas vistas, temperatura agradable, y sobre todo, soooool.

Continuamos hacia el otro perrito, y mientras subimos el Gran San Bernardo, tras tragarnos unas obras de arreglo decidimos comer algo antes de entrar en Suiza. Optamos por una pizzería (Le Vieux Bourg) metida en el pueblo de Etroubles. Buen precio, 5,80€ una pizza para los 2.

Con mucho calor, continuamos hacia la cima donde hay más ambiente que en el pequeño.

Tras medio año de planificación Suiza está ya ahí :-) :

La policía italiana no nos hace ni caso al cruzar la frontera. En el lado suizo no hay nadie, así que continuamos dispuestos a tomar el primer cafelito en Suiza. No queremos coger autopista y así, lentamente (3 horas), llegamos hasta Sion cruzando pueblecitos.

Tras tomar un “café au lait” sin magdalenas (qué brutos) continuamos y llegamos a Gletch, donde se puede seguir recto hacia el Furkapass o girar a la izquierda hacia el Grimselpass. Me entran ganas de buscar alojamiento, llevamos ya muchos km y todo el día en la moto pero resistimos la tentación y continuamos hacia el paso:

Una vez arriba se nos empieza a echar la niebla, pero nos gusta :-)

Algunos se han quedado de por vida :-P

Llegamos a Innertkichen tras bajar medio puerto sin ver nada por la niebla :-(

Suponemos que la habitación que reservamos en el albergue seguirá esperándonos. El tontín decide vacilarme y en vez de llevarme al albergue me lleva a otro sitio :-O Al final metemos bien la dirección y llegamos. Mientras aparcamos, a la puerta por supuesto, llega un coche y nos dice que no, que ahí no, que enfrente. Son casi las 22:00 y no tenemos ganas de discutir. Nos vamos a cenar al centro y tras comprobar rápidamente las pocas opciones, acabamos en una bocadillería, donde pedí un poquito de salsa picante y el (insulto favorito) me echó medio bote. Acabé rojo, cagándome en el indio graciosillo. Pero como había hambre, no dejé ni las sobras :-D

Luego optamos por tomarnos algo en la terraza de un bar con cierto ambiente. Realmente, el ambiente estaba fuera:

Alucinamos al ver que en el centro de Suiza también hacen botellón. Y que además, se les va la pinza pero bien… el que está de espaldas iba disfrazado de… algo.

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