domingo, 21 de septiembre de 2008

Día 4 (viernes 22) 400km, Lucerna-Munich:

Ruta:
Salimos a las 8 y desayunamos de camino. El tontín nos la vuelve a jugar y nos mete por la autopista, aunque enseguida salimos. Echamos gasolina antes de entrar en Austria, a 1,13€/l y coincidimos con una pareja, cada uno en su moto. Sería la primera de las muchas moteras que vimos en el viaje:

Entramos en Alemania para ir por la Deutsche alpenstrasse, (la carretera alemana de los alpes):

Una carretera muy bonita que nos llevó a pasar por un lago y subir al Oberjoch, un puerto divertido pero corto:

Ahí teníamos pensado continuar recto, pero dado que casi todas la motos (y pasaban muchas) tiraban hacia Austria, cambiamos la ruta hacia Haldensee a ver si descubríamos el motivo… No había una gran ruta pero sí este laguito:

Y al final volvimos a entrar en Alemania y tomamos el cafelito de rigor en Füssen:

Ahí ya empezó a llover, y llegamos al castillito de Neuschwanstein bajo la lluvia:

Como ya eran casi las 6 no se podía subir, y la verdad, muchas ganas tampoco teníamos puesto que teníamos que llegar todavía hasta Munich.

Allí tb estaba el Castillo de Hohenschwangau:

Neuschwanstein:

Salimos para Munich, con el tontín diciendo para un lado y los carteles para otro, al final no sé ni por dónde fuimos, pero el caso es que llegamos a nuestro hotel. La noche en Munich es… eso, muy oscura. Ciertamente, el presupuesto en luz debe ser la cuarta parte que en España…. Pero bueno, cogimos el metro y llegamos al centro, donde empezamos a pasear hasta dar con una cervecería. Ahí nos topamos con el carácter alemán (¿O sería que la camarera estaba amargada?). Nos sentamos en una mesa, compartida claro, llega la camarera, y nosotros, muy educados pues la saludamos. Hola, Hola. Ella: ¿hola? Y nosotros, sonreímos y “hola, hola”. Se da la vuelta y se va :-O

Nosotros que nos miramos y nos encogemos de hombros… “habrá ido a por la carta”. Al poco nos planta 2 vasos de cocacola de medio litro y se va :-O

La llamo, le explico que no hemos pedido eso, ni nada y nos dice que sí, que cola, cola… Ejem. Tras una no sonrisa se los lleva y nos trae, ésta vez sí, la carta. En alemán :-( Pero no problem, yo querer salchichen… Hay que ser ágiles pidiendo, son 5 segundos por cliente, y su cara no perdona. 1 de esto, otro de esto otro y así, señalando con el dedo el plato de la carta. Al final conseguimos cenar decentemente pese a la amargada. Se nos sentó una niña mona delante y todo para alegrarnos la vista y acabamos disfrutando de la noche en un garito llamado “Sausalito”.

En dicho sitio (restaurante mexicano que se transforma en bar), especialista en cocktails (parece que les van más que los cubatas) me dice Saturno ¿un mojito? Venga... Pues podíamos haber pedido un mojito para todo el bar. Madre mía, qué brutos… Mojito de litro para el nene :-O

Acabamos la noche como pudimos y ala, taxi para el hotel. Siendo viernes de madrugada, me sorprende que en una ciudad como Munich cobrara el taxi sólo 10€ por la carrera de unos 4,5km. Menos que el mojito (13€ el litro, 8 el medio litro).

Tanta cantidad de mojito no podía ser buena, y así acabamos XD

Omitiré comentar el ataque de las lobas succionadoras… O:-)

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