A media mañana ya enfilamos hacia el centro. Pasamos junto a un hotel de pobres, con algún Ferrari, Porsche y cascajos de ésos a la puerta :-D
Ya con hambre, empezamos a deambular por el centro y optamos por seguir a unos vestidos de Bávaros. Los perdemos, pero damos con el sitio que andábamos buscando:
La rubia, aunque chica, estaba de muy buen ver. Y la tostada tb (hablo de la cerveza :-P ). En este sitio, el tamaño normal de cerveza es 1 litro (6,90€). Había un tipo del que te ponían sólo medio, pero eso para medianenas. Unos auténticos moteros machotes como nosotros, de litro XDDD La verdad es que sorprendentemente las chicas tb se la tomaban… Eso sí, me pareció más suave que la que hay por España.
Visto el grosor de la jarra, comprenderéis que no pase nada cuando se animan (hay música) y empiezan a acompañar dando jarrazos sobre las mesas. Ahora, vaya susto me dieron la primera vez :-D
Entre otras cosas curiosas del local, aparte de 5 señores tocando, era que me pareció ver una linda gatita…
¿Sería Heidi? :-P Vendía pretzels (una especie de rosquilla de palo) y supongo que algún pastelito de ésos con forma de corazón. Nosotros nos tomamos nuestras correspondientes salchichas y salimos a tomarnos el café por ahí.
Y paseando, encontramos un mercado, similar a los nuestros al aire libre. Y junto al mercado, la sala de espera:
Tras seguir dando vueltas viendo la zona peatonal de Munich fuimos al hotel a descansar, que esto de estar de vacaciones tb cansa ¿eh? :-D
Por la noche volvimos a cenar en la Hofbräuhaus, y tan ricamente. Luego vimos que no había bares de copas por la zona, y preguntando lo único que encontramos era un antiguo edificio en el que había 3 discotecas. Una de salsa y ambiente latino y las otras 2 al uso. Pedían 10€ por entrar. Continuamos ruta y el único bar que nos sabían decir era el sausalito. Aún a riesgo de encontrarnos con las succionadoras volvimos a tomarnos la primera, y la última, pues andábamos cansados. Comprobé que nos cansaba menos estar todo el día encima de la moto que pateando la ciudad… Esta vez, ya veteranos, pedimos un mojito “pequeño”, de ésos de medio litro… Y ala, para casa que mañana teníamos que llegar a Innsbruck pronto, puesto que tampoco habíamos confirmado.
1 comentario:
Como mola la cervecería esa.
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